El VAR,  (Video Assistant Referee) ese experimento de combinar tecnología con deporte, traído de la NFL y la NBA, fue instalado por primera vez en el 2017, aplicado como pruebas en partidos amistosos y oficialmente en la Copa Confederaciones, llegó como la gran esperanza y el futuro revolucionario; la tecnología alcanzó al fútbol, un deporte polémico, por esencia. Tras un año de su presentación oficial en un mundial, ¿qué tanto ha ayudado al arbitraje mundial?

El Mundial de Rusia 2018 fue el prólogo, el escaparate de una novedosa tecnología que se incorporaba al fútbol. El éxito de su utilización dio esperanzas a todos los equipos que históricamente, como es normal, se han visto perjudicados por las decisiones arbitrales. Los árbitros veían en el VAR una ayuda que facilitaría su labor, o eso pensábamos todos. 

Cuando se juegan los partidos importantes, los de alta presión y demanda, como partidos eliminatorios o “derbis”, todas las miradas están puestas a los correspondientes partidos. El más mínimo detalle cuenta, las decisiones del cuerpo arbitral que puedan parecer minúsculas toman un gran valor. Análisis exhaustivos de todas y cada una de las jugadas, los aciertos empiezan a convertirse en dudas, debates sobre si fue o no. Todo es cuestionable y a día de hoy, el VAR es el principal protagonista.

Sin lugar a dudas la tecnología ha ayudado bastante y facilitado el trabajo de los árbitros alrededor del mundo, reduciendo el porcentaje de errores, sin embargo no ha erradicado del todo las acciones polémicas en cada partido. El fútbol tiene como esencia el factor polémico, causando que la justicia sea debatible.

Uno de los principales problemas del VAR, este año, es que estamos en plena transición. La adaptación está siendo la esperada cuando introducimos un instrumento novedoso. Por más cursos realizados, por más simulacros realizados, la experiencia es un grado que se aprende con la práctica en tiempo, escenario y tiempo real.

Recordemos que quienes manejan el VAR siguen siendo seres humanos, dotados de la más alta tecnología sí, pero fuertemente vinculados con el error. No hay nada más humano que fallar, en la equivocación está el aprendizaje.  El VAR lo que necesita es paciencia, el fútbol nunca ha sido perfecto y esa es la razón de que sea un deporte lleno de emotividad. El VAR seguirá dando problemas, hasta que conforme pase el tiempo se vayan reduciendo y se aprenda a usar con total eficacia.

Sigamos creyendo en el avance tecnológico, aprovechando de esta maravillosa época en la que la ciencia es creada para facilitarnos la vida en todos los aspectos. El VAR necesita más tiempo para pulir los errores, pero tras el primer año de su presentación mundial, han sido mayor os aciertos que las fallas o dudas generadas. La tecnología y el fútbol han hecho un buen “match” que cada vez evoluciona a favor del “fair play”.

Por Diego de la Vega.

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