Cambió el 10 por el 20
El talento de Rodolfo Pizarro ya sobrepasa la Liga MX
No es ninguna novedad ver a Rodolfo Pizarro en modo ‘bestia’, siendo figura y destacando entre el grupo de 22 jugadores dentro del terreno de juego. No es un alma deambulando de un lado a otro, es alguien que pide el balón, busca los espacios y se siente cómodo acarreando jugadores a lo largo de su andar por las bandas o en el centro del campo. Hace ver fácil cada movimiento, los cuales parecieran rítmicos, parte de una coreografía ensayada durante años. Una obra que verías una y otra vez hasta el cansancio.
En Pachuca, muchos pensarían que su salida únicamente tendría como destino el ‘viejo continente’, pero tuvo que hacer una escala en Guadalajara para defender los colores rojiblancos.
Su llegada a la ‘Perla Tapatía’ fue bien aceptada y desde un principio, Almeyda supo explotar su calidad al máximo, y así se lo dio a entender, dándole la libertad de pisar todas las zonas del campo. “Rodo” se entendió perfecto con Alan Pulido en el ataque, ambos haciéndose presente en las dos finales más importantes en la era del argentino al frente del redil. Pizarro se convirtió en ídolo de muchos en poco menos de un año, a base de futbol y noches mágicas en el inmueble rojiblanco, pero el gusto solo duró un año. La directiva, por razones que se dicen “institucionales”, decidieron vender al canterano hidalguense a Rayados. El ‘20’ tuvo que hacer otra escala.
Su inicio de temporada con los regios no fue el mejor, pero fue de menos a más. Es uno de los pocos jugadores que es capaz de cambiar la felicidad de un gol, por un despliegue de media cancha hacia adelante. La gente en Monterrey comprendió que la fortaleza de Pizarro es cederle el protagonismo de los goles a sus compañeros. El tamaulipeco vive en un hábitat diferente a los demás. Su objetivo es dejar rivales en el camino, despejar el sendero, facilitar más el trabajo a los goleadores. Con todo esto entendido en la mente del aficionado rayado, ahora más que nunca son capaces de disfrutar las obras que exhibe Rodolfo.
El año pasado fue severamente castigado, por aquel suceso en La Minerva, recordando el 10 de mayo en una forma “diferente” al cuadro de Coapa. A pesar de ser uno de los mexicanos en mejor nivel, Juan Carlos Osorio decidió no llevarlo a Rusia, situación que cobró factura. Como seleccionador nacional, no puedes prescindir de los mejores talentos, detalle que Gerardo Martino comprendió y ha sabido hacer del ‘20’ un cimiento del equipo.
Hoy en día no se puede pensar en la selección sin tener a Rodolfo Pizarro en la mente. El talento y nivel mostrado lo ha catapultado hasta la cima del balompié nacional, donde ahora marcha como referente y líder dentro del campo.
México ya disfrutó del ‘20’. Es tiempo de que Europa sepa que hay un nuevo y mejorado 10.