Un campeón en crisis
Por: Eduardo Aguilar
Vaya “tristeza” atraviesan los aficionados rayados; de ser campeones del torneo pasado, darle un juego excelso al campeón de Europa, el Liverpool, a estar en el sótano de la tabla general y acumular solo 3 puntos de 21 posibles. Monterrey, la plantilla más costosa de la liga, hoy se encuentra al borde de la eliminación.
Su realidad es que en el torneo regular no han demostrado ni mucho menos defendido aquel campeonato que lograron el 29 de diciembre. Cuatro derrotas y 3 empates para un club de ese poderío es vergonzoso. Sobretodo por todas las expectativas que se depositan en ellos; una, y quizá la más importante es poder salir de la sombra de su acérrimo rival, los Tigres, quienes tuvieron una década de ensueño: 5 títulos de liga, 1 de Copa MX, y 3 Campeón de Campeones.
La estrella del campeonato nadie se las va a arrebatar. Pero, pensemos, Rayados fue el equipo que se clasificó en la última jornada gracias al formato que fomenta el conformismo: con que se trabaje bien las últimas fechas, estás dentro. Sus partidos no fueron brillantes, más que el 5 a 2 que le propinaron a Santos en los cuartos de final, y en la final, ganaron por un error en la defensa, más a parte la deficiencia del VAR.
“Falso campeón” o no, hay que tratarlos y exigirles así. No puede ser posible que aquel club que viajó a Qatar, (por también ganar la Concachampions), para medirse a los campeones de cada región, y competirle al que para muchos es la mejor escuadra del mundo; hoy anote tan sólo un gol por partido y le anoten 1.7 por juego, clubes como el América, que aún no mostrando su mejor versión ofensiva, fue superior en el marcador: aún en lo más frío de las estadísticas, siguen perdiendo..
También hay que considerar las afectaciones que sufrió el plantel: una preparación corta, pues tuvieron un periodo vacacional corto; la baja de sensible de jugadores como Rodolfo Pizarro, al cual no pudieron reemplazar, esto por el lapso reglamentario de fichajes; la aún prematura adaptación de Matías Kranevitter, y el flojo rendimiento del refuerzo estelar, Ake Loba.
Si bien “La Pandilla” ya está clasificada a la final de la Copa MX, para la afición no es suficiente, pues les falta mucho para salir de la sombra de su vecino amarillo. El panorama indica solo una cosa, están acariciando el hecho de quedar eliminados de la liguilla, sí, apenas en la jornada 7.
Aún les quedan 10 partidos por jugar, de los cuales, para poder aspirar a un lugar en la fiesta grande, deben ganar al menos 7 (Tigres, Cruz Azul, Toluca y Chivas sus rivales más destacables) y empatar sus 3 restantes. Ese número mágico, el 25, que califica casi automáticamente a los equipos, está lejano por su actualidad, pero cercano por su capacidad de respuesta. Ahora la pregunta es, ¿podrán hacerlo? Nada está escrito, pero ellos mismos, se están encargando de poner punto final a su historia en él Clausura 2020.
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