Técnico chico para equipo grande
Cardozo sigue acumulando fracasos con el Rebaño Sagrado
La melancolía siempre será uno de los enemigos principales, el dolor de recordar hechos, objetos y personas que han quedado en el camino dificultan el salir adelante en situaciones adversas.
La etapa de Matías Almeyda siempre viene a la mente de los aficionados rojiblancos en los momentos mas oscuros y grises de la institución, apenas hace menos de un año de su partida. El argentino más allá de generar una fuerte conexión entre la hinchada y el club, le dio un sentido de pertenencia al aficionado, siempre siendo propositivo y arriesgando todo por llevarse la victoria.
Pues, todo eso ha quedado en el olvido, ayer, Guadalajara se vio como equipo chico en la edición del “Clásico Nacional” en la Copa MX. Cardozo, de manera increíble, se dejo intimidar por un club al que en la cancha solía agigantarse, el guaraní ha demostrado una transición de su etapa como jugador a como estratega. Con la casaca escarlata, lo recuerdas como un depredador del área, un “killer” como sería llamado en estos tiempos, pero ahora como entrenador, se ha hecho pequeño, diminuto en momentos cruciales.
Perdió la hegemonía del Guadalajara ante Pumas en tierras tapatías en dos ocasiones (Copa y Liga) en un lapso corto de tiempo, no logró clasificar a liguilla y en el torneo más importante de la historia rojiblanca, los catapultó a la peor actuación de un club mexicano en el Mundial de Clubes.
Así como hay jugadores a los cuales “la playera les queda grande”, hay técnicos que no están hechos para estar al frente de un equipo con una historia, tradición y popularidad tan grande. Al parecer, el sudamericano aún tiene en su mente estar dirigiendo a Chiapas, Querétaro o Puebla.
Francisco Gabriel de Anda, en su afán de buscar a un estratega de los “baratitos” le dejó a la dirigencia un costo aún más caro, difícilmente alguien olvidara la manera en que Chivas fue eliminado este pasado miércoles. Un equipo sin alma, sin idea y carente de fútbol.
Marcelo Michel Leaño ya se frota las manos a lo lejos, sabe que su oportunidad está cerca de llegar, pero controlar a una afición tan violentada con los resultados en el último semestre, no será nada fácil.
La guillotina seguramente caerá con Cardozo, pero es tiempo de que gente de niveles mas altos también rinda cuentas… ¿Verdad, Señor Higuera?