No es para nada extraño escuchar como muchos de los mexicanos no le dan el valor suficiente a las hazañas que logran realizar nuestros atletas mexicanos a lo largo y ancho del planeta. Hace unos pocos días, pudimos presenciar como la gimnasta mexicana, Alexa Moreno, estuvo muy cerca de quedar como una de las 3 mejores en la Copa del Mundo en la prueba de salto de caballo.

Casos como estos no se presentan todo el tiempo, ya que la preparación que requieren los atletas olímpicos es muy ardua, necesitan estar en constante preparación y fogueo, además de llevar dietas estrictas, hacer muchos sacrificios y todo esto, con poco o nulo apoyo por parte del gobierno mexicano, así como también de las instituciones públicas que administran el deporte en México.

A pesar de ello, la prensa mexicana, e incluso, nosotros mismos como gente enajenada al fútbol, no abrimos nuestros horizontes para darle la importancia que merece el deporte olímpico. Lo peor de todo es cuando es temporada de Juegos Olímpicos.

El simple hecho de ser participe de la máxima justa deportiva en el mundo, para los atletas mexicanos, los hace ganadores. No es para nada fácil llegar a unos Juegos Olímpicos. Requiere de ciertos requerimientos en cuanto a posicionamiento en ranking olímpico (dependiendo el deporte), así como también ganar la plaza para poder asistir al evento.

En temporada de Juegos Olímpicos, criticamos a los atletas por su bajo rendimiento en la competencia e inclusive demeritamos el mismo deporte que practican. Apoyar y sobre todo, retroalimentar el deporte mexicano es algo que sin duda nos hace falta en la cultura deportiva mexicana.