La salida de José Luis Higuera deberá ser el inicio para el renacer en Guadalajara

Esta semana arrancó con una de las noticias más importantes e inesperadas del año mismo. A horas de ser nombrado como presidente de Chivas, Amaury Vergara tomó la estafeta cedida por su padre y optó por prescindir del enemigo numero uno de la afición rojiblanca, José Luis Higuera.

Muchos despertaron con dicha noticia y por primera vez, los simpatizantes al Rebaño coincidieron en aplaudir la decisión del hijo del dueño. Para muchos, un personaje “cancerígeno” en las entrañas del club. Posteriormente son opiniones divididas las que se pueden encontrar, sobretodo recalcando que el empresario fue parte fundamental en la obtención de los 5 títulos en la época más ganadora del club en los más recientes 40 años.

Pero, siendo una persona con un ego y soberbia insaciable, pecó en situaciones relevantes que terminaron por llevar a Chivas al lugar donde esta y además, romper de manera definitiva el enlace entre afición y directiva, siendo este uno de los más importantes para una institución.

La venta de Pizarro, el caso sobre la renuncia de Matías Almeyda y el desarmado del plantel campeón de liga fueron errores que el hincha rojiblanco no terminó por aceptar.

Definitivamente esto será un parteaguas para el futuro. Amaury ha colocado el claro mensaje de que cualquiera puede salir y sobretodo, que lo más importante es el equipo y la afición, algo que llevaba tiempo sin verse por parte de la dirigencia, incluso en la etapa de aquellos campeonatos.

Esta claro que Higuera es culpable, pero no el máximo responsable de lo sucedido en estos últimos años.

La ausencia de refuerzos para cada torneo, obligados a hacer adquisiciones “baratitas” esperando un milagro, como el caso de Josecarlos Van Rankin, debido a la famosa “consolidación financiera”. Claro está que el llamado “tío” sin recursos no podía trabajar de la mejor forma, pero como decía mi abuelita: “Si todavía sirve, ¿pa’ que le mueves?” y eso fue el principal error.

De aquí, se deben derivar cambios en toda la estructura. Desde fuerzas básicas, hasta el primer equipo y sobretodo, marcar procesos de crecimiento con los jóvenes. La adaptación para algunos ha llegado a ser tardía y en los casos donde destacan desde el inicio, terminan por ser usados como monedas de cambio.

Amaury mencionó en la presentación que la prioridad será fortalecer la cantera, debido a las complicaciones que encuentran al buscar adquirir jugadores en otros clubes, algo que también ha sido uno de los discursos desde la llegada de Jorge Vergara al club.

No hay marcha atrás y todo queda en manos de una nueva etapa.

¿Habrá cambios?