Cómo te extrañaremos

Por: Eduardo Aguilar

Cuanta falta me vas a hacer; ese hueco que dejarás en mí es insustituible, ninguna otra liga o competencia podrá igualarte. Sé que es momento de que detengas, aunque solo por un tiempo, no podría vivir sin ti. Me aflige pero lo comprendo, esta desgraciada situación en la que un virus (COVID-19) conquista al mundo más rápido que los romanos, es meritoria de un colapso, pero no de la paranoia e histeria.

Sabemos que tanto tú, Liga MX, como tus similares en España, Inglaterra, Colombia, Italia, etc. tuvieron que suspenderse para evitar más contagios, más muertes y más enfermos. Cuando situaciones así se atraviesan, gritar un gol, visitar un estadio o echar porras, pasan de ser todo, a ser nada. 

En un principio estaba decepcionado porque tus dirigentes estaban a punto de cometer un ridículo monumental: en lugar de suspender las jornadas, se plantearon  adelantarlas para evitar que el pico más alto del brote de coronavirus (20 al 30 de marzo según experto de la UNAM) pudiera perjudicar; ¿qué afectaría?, las carteras, ¿y la salud? que se preocupen otros. 

Pero se entiende, el fútbol representa un gran ingreso a la economía del país. Según un estudio del Grupo de Economistas y Asociados (GEA) el fútbol mexicano produce 25 mil millones de pesos al año, y haciendo cuentas, si se suspende una jornada, se dejarían de generar alrededor de 735 millones de pesos. Billetes que aficionados gastan con mucho gusto, que son el salario de miles de trabajadores.

Claro que esas cantidades son impactantes, pero sería descabellado pensar que esas cifras son más importantes que el exponencial incremento en casos de coronavirus, que así como es la cultura de salubridad en México, seguro llegarán más pronto de lo que se estima. Ahora no hay una dimensión del problema, 53 casos no parecen muchos, pero si no se aplican medidas de control, esto puede ponerse peor de lo que se imagina.

Vamos a echar de menos los partidos somnolientos que de vez en cuando  tienes, pero también esos juegos en donde no sabes qué ocurrirá; en los que aparecen escenas chuscas y cómicas; en los que la afición puede ser la protagónica; en los que te regalan jugadas dignas de calidad mundial o únicas de un partido llanero. Extrañaremos tu magia y tu autenticidad. 

Por ahora, estaremos sin ti una semana, pero seguramente serán más. No estarán tus rivalidades, ni tu folclore, pero no te preocupes, te soy fiel a morir. No importan las mafias, problemas, irregularidades que tengas, te consumo y guardo con cariño, porque como tú, ninguna; deseo las cosas mejoren por el bien de todas y todos, y en lo que eso ocurre, aquí estaré… en espera de tu regreso.