Tigres por goleada vence a Dinamo en la Leagues CUP

Correa, la contratación “bomba” de los felinos para este semestre, se ha dado a notar de inmediato, tanto en la Liga MX como ahora en el torneo contra los equipos de la MLS, con buenos servicios, con buenos disparos, con buena actitud. Sólo le hacía falta el gol y este llegó cuando más lo necesitan los regios.
Dos tantos que rescataron a los Tigres de un desastre, porque cuando el checo Ondrej Lingr rompió la línea y empató (47’), se pensó en lo peor. Antes, en la agonía de la primera parte (45+3’), Correa había coronado su gran primera mitad con uno de esos goles de calidad y puntería. Recibió la pelota fuera del área, con una media vuelta se quitó a dos defensores y tiró raso para vencer al portero rival.
Antes le había metido dos asistencias de gol al “Gacelo”, Iván López, quien había ingresado por el lesionado Nico Ibáñez, que no pudo concretar.
Después del tato del empate, el Houston se fue encima de los Tigres, que tuvo que recurrir a otra de sus leyendas, al inamovible Nahuel Guzmán, para mantenerse en el juego.
Diego Lainez, quien parece cobrar un segundo aire, aprovechó una mala salida en la defensa del Dynamo para desde fuera del área meter un balón al ángulo (62’), y de nueva cuenta, el cuadro de la MLS se fue por todo por el empate.
Y en una jugada increíble, un grave error del defensa Ortiz quien retrasó la pelota a su portero sin ver que este estaba metido en su área, Correa tomó la pelota desde la media cancha, se fue solo a enfrentar al guardameta Bond, al que superó para anotar su segundo de la noche y el que definió el juego (70’).
Ya en tiempo de compensación Ozziel Herrera puso el nombre de goleada junto al resultado (90+7’).
André-Pierre Gignac entró al campo y fue recibido como el héroe de la nostalgia, no como el del momento, no como la gran líder de los Tigres. Un proceso de eliminación natural que en todos lados ocurre. El francés sabe que sus días como el ídolo del cuadro de la Universidad de Nuevo León están a punto de terminar y ese Ángel, el tal Correa, bien puede tomar la estafeta.