PSG golea al Atletico de Madrid en su debut en el Mundial de Clubes
PSG goleó 4-0 a Atlético de Madrid en el inicio del grupo B del Mundial de Clubes, un repaso de intensidad física y mental, de estrategia y ambición que no por esperada deja de ser menos admirable. Nadie parece tener cómo plantarle cara a la máquina de Luis Enrique.
La fueron moviendo todos, rápido y preciso, hasta llegar al área y allí Gonzalo Ramos vio venir de atrás a FAbián y le dejó el paso preciso para un zurdazo que, con justicia, abría la cuenta a los 19 minutos.
El primer remate al arco del Atlético llegó a los 45 minutos, pero la respuesta de PSG, como siempre, fue demoledora: pelota profunda a Kvaratskelia, toque a pura velocidad y le quedó a Vitinha, quien enfiló al arco y le metió un remate imposible a Oblak para el 2-0.
Se esperaba que, en el complemento, iba a reaccionar el Atlético, que pareció sentir mejor el desgaste en un calor agobiante.
A los 58 se presentía el descuento, pero el VAR haría su intervención: era una gran asistencia de Simeone a Álvarez, definición perfecta de la araña, pero falta clara de Koke sobre Doué.
Y lo sintió el Atlético que siguió batallando pero ya sin premio, tan ampliamente superado por un PSG que decidió regular y contragolpear, lo que siempre fue una amenaza letal, como aquel remate al travesaño de Kvaratskelia gracias a la estirada de Oblak.
Se fue todo al traste a los 78 con la roja, por doble amarilla, tras una serie de protestas por una infracción que reclamaba Oblak y no le daban y se quería morir Simeone con el desperdicio de Sorloth sobre el cierre.
Era corto el marcador para el dominio de los hombres de Luis Enrique, pero apareció el chico Mayulu a los 87 para corregirlo: un pestañeo en el rechazo del Atlético le quedó para la derecha y se fue al rincón del arco para el tercer tanto, que daba más realidad a la situación.
Por si hiciera falta una estocada, sobre los 90 minutos vieron los españoles cómo les cobraban de nuevo, cuando a los 90 Le Normand le metía la mano a otro ataque parisino y en el cobro de Kang-In sentenció el cuarto.
