No hay marcha atrás
Última llamada para Guadalajara
En una semana llena de contrastes, con altibajos que han sido nota durante toda la semana, Chivas recibe la visita de Lobos BUAP con la única consigna de llevarse la victoria y comenzar a sumar unidades para dos factores importantes; el primero, que sigue siendo el objetivo de llegar a liguilla y segundo, aumentar los puntos que ayuden en el tema del cociente, donde volverán a ser protagonistas en la lucha por no descender.
Los rojiblancos no tienen otra responsabilidad y los pretextos ya no serán admitidos ni por dirigentes, ni por la misma afición, que ha comenzado a perder la fe en una escuadra que hace no más de dos años, se coronó campeón de Liga MX y Copa MX en el mismo semestre. La presión no es nueva y la exigencia siempre ha estado a tope en el redil, sin embargo, los malos manejos han desencadenado decisiones radicales, que terminan siendo catastróficas y letales al corazón de todos los chivahermanos.
Hoy en día, parece absurdo comparar a los rojiblancos con el actual campeón del fútbol mexicano. Las águilas se han esmerado en arrasar con todo el título que se ponga en su camino, sin importar las formas futbolísticas que los lleven a tocar la gloria en las cúspides de cada certamen. Los de Coapa borraron del mapa al Guadalajara, dentro y fuera del campo, dejándolos, pareciera, con la “mano estirada” mendigando sobras y pidiendo misericordia ante el prometedor futuro del lado amarillo.
La grandeza no se borra, eso es un hecho, pero los momentos de cada institución influyen notoriamente en la relevancia que se vaya tomando para la actualidad. La identidad no da títulos, las tradiciones sólo son hechos que aderezan los logros que obtiene un club a lo largo de su historia y brinda un plus al momento de cualquier análisis. Decir que Chivas no es un grande del balompié mexicano por los resultados en los últimos dos semestres, se asemeja a negar un familiar, por el hecho de no verlo en las últimas semanas. Nadie niega la hegemonía que tiene marcada las águilas ante los tapatíos, sin embargo, no es argumento válido para eliminar la historia y logros del Rebaño Sagrado.
El tiempo sigue su curso y con ello, genera cambios radicales en aspectos básicos para la opinión que se encuentra inmersa en el periodismo deportivo. Hace dos años, bien o mal, la vitrina de Chivas estaba un escalón arriba de todos los clubes. Era el más grande, pero ahora, la brújula de la grandeza, para muchos, apunta a otros horizontes, tratando de ubicar al Guadalajara lo más lejos posible, en el polo opuesto a ello. El partido ante los licántropos es un arma de doble filo. Podría ser un “trampolín” para Chivas, en búsqueda de aferrarse a la última oportunidad que tienen en sus manos para soñar con liguilla, pero, también puede dictar sentencia a una muerte que viene acechando a la entidad comandada, en estos momentos, por Alberto Coyote.