En un hecho poco común en el tiempo en el que he podido colaborar para Deportivista MX, varios temas coqueteaban con mi tintero, está por arrancar la liguilla del fútbol Mexicano, dentro de ella un duelo de mucho morbo entre Cruz Azul y América, San Luis logra el bicampeonato y ascenso… y muchos otros temas en el planeta fútbol; sin embargo, visto lo visto esta tarde en Anfield resulta imposible dejar de hablar de una nueva gesta épica en el marco de la UEFA Champions League.

Los Reds no caminaron solos

Tal como reza la melodía que Anfield entero entona previo a cualquier partido de Liverpool, “You Never Walk Alone”, los Reds jamás caminaron solos en casa, por el contrario, fueron uno con su público para lograr esa mística y energía que era indispensable para dar vuelta a un 0-3 que a priori parecía lapidario.

Jürgen Klopp terminó teniendo cierta razón al haber asegurado que el Camp Nou no es una “catedral del fútbol” – por supuesto que entiendo que es un campo mítico – y es que terminó pesando mucho más el inmueble Inglés. El ambiente era inmejorable para los de casa, la afición jugó su partido de forma magistral y significó sin duda ese extra que los jugadores necesitaban para alcanzar la hombrada. Desde entonar su himno no oficial hasta 10 minutos después de terminado el duelo, la gente jamás paró de alentar, de presionar al rival y al árbitro, de verdaderamente pesar en el encuentro.

Por su parte, los jugadores saltaron a la grama enchufados, intensos, decididos a dejar de lado el peso anímico del marcador, hicieron notar que la derrota no estaba en su presupuesto y lo dejaron muy en claro con un tempranero gol de Origi al 7’ que no iban a bajar los brazos. Se acercaron en un par de ocasiones con cierto peligro y también Barcelona tuvo la oportunidad de matar la serie, pero todo quedó en emociones ahogadas, lo mejor estaba por venir…

El segundo tiempo fue un concierto inglés y muy pronto, al 54’, pusieron la eliminatoria al borde del asiento con el 2-0 de Wijnaldum quién dos minutos después igualaría el global a 3 en un movimiento que resultó a pedir de boca para Klopp. Tras el empate Liverpool seguía dominante mientras que Barcelona parecía asustado, dormido, ausente.

Podría pensarse que Liverpool bajaría el ritmo tras conseguir la igualada y que los Culés se sacudirían la presión y sacarían la casta; nada más lejano a la realidad. Klopp mantuvo el planteamiento y no permitió a los de Valverde levantarse, cual boxeador de élite, olieron el knockout y fueron por él.

Al 79’ se vino la debacle blaugrana en una jugada que retrata el partido que hoy hizo la visita; en una jugada digna de fútbol llanero, el Barcelona completo estaba distraído esperando el cobro de tiro de esquina y Alexander-Arnold en una viveza hizo como que se alejaba del córner pero regresó a cobrar de madruguete dejando solo a Origi al centro del área para poner el cuarto y definitivo, tal fue la confusión que tras el gol algunos jugadores del Barcelona reclamaban fuera de juego… ¡En un tiro de esquina! ¿? A ese nivel era la desconcentración de la visita.

Los últimos 10 minutos del encuentro y ya con el marcador y el ánimo en contra, Barcelona intentó atacar, más a los tumbos que con buen fútbol o incluso corazón; al final el esfuerzo fue inútil y se decretó el pase de Liverpool a la final de Champions por segundo año consecutivo.

Barcelona el gran ausente

Analizando el otro lado de la historia, esta noche se paró en Anfield un equipo con el escudo, el uniforme de visita, el marcador global y hasta el nombre del Barcelona, pero no fue ni la sombra de un equipo de gran relevancia en el fútbol mundial como lo es el club de la ciudad Condal.

Desde la ida se avisaba que el 3 a 0 era demasiado premio para los culés dado el trámite del juego que hasta fue dominado futbolísticamente por los Reds que no fueron certeros frente al marco. En aquel partido se erigieron las heroicas figuras del guardameta Ter Stegen que fue una muralla y del capitán y máximo referente del Club, Lionel Messi, que no sólo logró un doblete, sino que además lo hizo con un cobro de tiro libre digno de su magia.

El mérito de los locales fue detener todo embate de los Reds y ser certero en casi todas sus oportunidades frente al marco ya que hubo una al final del encuentro que hubiera significado un 4-0 mucho más complicado de superar.

En la semana, el propio Ernesto Valverde avisaba que un año atrás habían perdido una ventaja de 3 goles frente a la Roma y que debían aprovechar aquel aprendizaje. Fiel a estas palabras guardó a muchos de sus jugadores en una Liga que ya tenían segura para tenerlos a tope para esta vuelta. No se guardó nada para este partido, pero aparentemente los jugadores sí lo hicieron. De punta a punta del encuentro lucieron medrosos, desconcentrados, abrumados, y el resultado fue que les pasaron por encima como una aplanadora Roja.

Tiro con chanfle

Barcelona ha logrado hoy un infame récord al perder en años consecutivos una ventaja de 3 goles en etapas de eliminación directa de Champions League, en 2018 tras un 4-1 recibiendo a Roma perdieron la vuelta 3-0, y ahora con el 3-0 en Barcelona y luego este 4-0 en Anfield.

Por supuesto que a modo de burla y sin ninguna relación real, pero no olvidemos que este año el Club blaugrana anunció una colaboración con el Cruz Azul… ¿Alguien ve la relación?

También habría que resaltar que elementos muy importantes de Liverpool como Salah y Firmino no pudieron jugar hoy por lesión lo que hacía parecer aún más consumado el pase de los de Valverde.

Y por último, que ningún aficionado a otro club se suba al triunfo de Liverpool, en especial los Merengues (como yo) o Cristianoronaldistas (como yo), ya que tienen muy poco que festejar al haber quedado eliminados mucho antes de lo presupuestado.

La otra semifinal está mucho más pareja por lo que podemos esperar cualquier cosa mañana cuando Ajax reciba a Tottenham y para enterarte más de este encuentro y el resto del fútbol mundial, mantente sintonizado con Deportivista MX y sígueme en Twitter en @zonadefucho donde con gusto recibo tus comentarios, reclamos, burlas y mentadas.