Jóvenes promesas extranjeras sobre las fuerzas básicas
El fichaje del panameño Ángel Orelien ha levantado polémica en las categorías inferiores de Cruz Azul, principalmente en la Sub-20.
El seleccionado panameño fue adquirido por «La máquina» para, probablemente, seguir cumpliendo con la regla 20/11 que estipula la Liga MX. Lo que brincó en las inferiores de La Noria fue el no haber echado un ojo a los jóvenes mexicanos que buscan incansablemente una oportunidad en el primer equipo.
¿Acaso fue porque es más rentable el optar por jóvenes promesas extrajeras? ¿Acaso los canteranos celestes no cumplen con las expectativas que requiere Pedro Caixinha?
Lo cierto es que hace tiempo no se voltea a ver a las categorías inferiores del equipo celeste; esto claramente porque el objetivo principal en estos momentos es alcanzar la novena estrella.
Desde luego que no esta peleado el obtener resultados con el primer equipo así como también destacar en las fuerzas básicas, el más claro ejemplo fue el torneo pasado cuando la Sub-15 obtuvo el título de la categoría tras haber vencido a Pachuca de la mano del «Gringo» Castro.
Hoy en día, es más difícil ver que los equipos mexicanos le den la continuidad requerida a los procesos formativos que necesitan los jóvenes mexicanos; ya sea por un tema económico o por simple falta de interés.
Dentro de todo esto, Pedro Caixinha, declaró que el no pidió el fichaje del joven panameño, pero que de igual manera, tendrá las mismas oportunidades que todos los jóvenes de la categoría Sub-20.
La tarea que tienen los jóvenes mexicanos que conforman todas las categorías inferiores de Cruz Azul, es demostrar la calidad que tienen dentro del terreno de juego y esperar su oportunidad, pero, ante la continua búsqueda del campeonato de liga y la falta de apoyo a las categorías menores, luce muy complicado.
Pero no solamente es tarea de los jóvenes el obtener las oportunidades, es un trabajo en conjunto. Es complicada la situación del futbolística mexicano en un país donde se tiene la idea de, si ponen los suficientes, y perdón por la expresión, «huevos», llegarás a tu objetivo.
La actitud es parte fundamental del proceso, pero crear futbolistas inteligentes con la capacidad para analizar de forma correcta el juego y que en dicho análisis tengan una idea de juego clara es también parte de los formadores de dichos futbolistas.
Ángel Orelien es el menos culpable de la mala formación de futbolistas mexicanos; estoy seguro de que le espera un futuro prominente. Por lo pronto, queda esperar como será su actuación en el mundial Sub-20 en Polonia y, sobre todo, lo que le pueda aportar a una máquina necesitada de títulos y, sobre todo, de reactivar sus fuerzas básicas.